domingo, noviembre 01, 2009

Viviendo la muerte

La muerte sigue siendo un episodio que se guardó en alguno de esos volúmenes que quemó la Santa Inquisición por considerarlo inapropiado. A mí, la muerte me parece aquella enseñanza que nunca nos llega, o la que nunca queremos conocer. Ha sido ese vacío que me espanta y que me llena de duda, pero que por salud mental no deseo aclarar.

Hace tantos años me pregunto si al llegar la muerte, tendrás una sensación especial, si es cierto que uno expira el último aliento y se va. O si, por el contrario, sufrirás todo eso que dicen los expedientes médicos, pero en silencio, sin poderlos expresar. ¿Acaso no hemos leído que alguien falleció de "paro respiratorio", mientras dormía? ¡Qué susto!, tus funciones vitales se van apagando... ¿estarás consciente de ello? ¿O simplemente será que pierdes el sentido, se te apaga el CPU y lo demás ya no lo padeciste? O por el contrario, ¿seguirás consciente de que no tienes oxígeno y te estás ahogando... que tu corazón deja de palpitar y sientes cómo te ocurre un infarto y cómo, tu cuerpo inmóvil, ya no responde ni responderá? Siento un ahogo de pensarlo y siento alivio de poder expresarlo.

No puedo decir que la viva de manera indiferente, pero como no ha aparecido como algo tangible, vivencial en carne propia, creo que sólo me hace tener la incertidumbre al pensar cómo, en algún día, seré un montón de huesos sin vida...

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